Teams
La reunión por Teams se estaba demorando más de la cuenta. Anochecía. A las 8 las luces de las pantallas y los flexos comenzaron apagarse uno a uno a medida que todos se iban; todos menos yo, que permanecía solitario y casi a oscuras en la segunda planta del estudio, tenuemente iluminado por la azul luz del monitor. Entraste inquiriendo con gestos el motivo de que no me fuera. Con la cámara y el micrófono abierto mantenía frente al resto de participantes en la ciber mientras te escribía por el whasapp - es importante; tenemos que dejar resuelto un tema antes de mañana; vete y cierra; no puedo moverme de aqui Debió alertarme la cara traviesa que pusiste de inmediato; quizás también el hecho de que te acercaras, que te sentaras en la alfombra, a mis pies y por supuesto que tus manos comenzaran a descalzarme. Cogí el móvil para teclear con rapidez - si continuas, muevo la cámara para que te vean. Con los faroles hay un problema: que te los pillen, y cuando sonreíste mientras ascendía