Teams



La reunión por Teams se estaba demorando más de la cuenta. Anochecía. A las 8 las luces de las pantallas y los flexos comenzaron apagarse uno a uno a medida que todos se iban; todos menos yo, que permanecía solitario y casi a oscuras en la segunda planta del estudio, tenuemente iluminado por la azul luz del monitor.

Entraste inquiriendo con gestos el motivo de que no me fuera. Con la cámara y el micrófono abierto mantenía frente al resto de participantes en la ciber  mientras te escribía por el whasapp - es  importante; tenemos que dejar resuelto un tema antes de mañana; vete y cierra; no puedo moverme de aqui

Debió alertarme la cara traviesa que pusiste de inmediato; quizás también el hecho de que te acercaras, que te sentaras en la alfombra, a mis pies y por supuesto que tus manos comenzaran a descalzarme. Cogí el móvil para teclear con rapidez - si continuas, muevo la cámara para que te vean.

Con los faroles hay un problema: que te los pillen, y cuando sonreíste mientras ascendía tus manos a mi cinturón, supe que estaba completamente pillado. Mis zapatos, mi pantalón y mi bóxer desaparecieron en segundos; Yo, ante la cámara, tan solo mantenía mi camisa y cierto rictus impávido, pero de ombligo para abajo trataba de zafarme de tus caricias. Ya desnuda, me cogiste los pies que situaste en tu regazo y comenzaste a acariciarte los pezones con cada uno de mis dedos gordos... y sin dejar de mirarme primero los besaste, luego los recorriste parsimoniosamente con tu lengua y mas tardes atrapaste uno a uno entre tus dientes... y todo ello clavando tus ojos en los míos. Volví a teclear -por favor, por favor, por favor... Estremecido aun por las caricias, tus manos comenzaron a subir clavando los dedos en mis músculos parsimoniosamente... con cada milímetro de ascenso mi sexo se estremecía y se agitaba duro entre mis piernas. Intentaba mantener los ojos abiertos ante la cámara pero al sentir tus manos aferrándose a mis pelotas, no pude por menos que cerrarlos y gemir...

- Carlos.... ¿te estas durmiendo? - No,no... estaba pensando en tu ultimo comentario y a veces, inconscientemente cierro los ojos…

Aun no había terminado la frase y te aproximaste a ella. Con cierta indolencia, me sacaste la lengua segundos antes de usarla para recorrerla, de arriba a bajo... lentamente...y de nuevo arriba..... jodidamente lento... y abajo... jodidamente placentero...

En esos momentos yo ya había perdido cualquier conexión con la reunión y mantenía una postura medio ladeada totalmente incomprensible para quien no pudiera verte desnuda recostada sobre mis piernas jugando con tu lengua

- Bien ¿qué te parece entonces; modificamos la planta?
Antes de poder articular una sola letra, me miraste mientras me hundías en tu garganta, llenabas tu boca conmigo y tu lengua jugaba alocadamente con ella. En ese instante, sin saber ni donde estaba, solo se me ocurrió comenzar a gesticular con mis manos y mover la boca como si  estuviera articulando un discurso importante y bien hilado

- Carlos... disculpa no se te oye.. ¿alguno escucháis s a Carlos? ¿alguien puede avisarle?  Carlos...  revisa tu micrófono..

Sentía el fondo de tu garganta, tus caricias, tu lengua, tus manos, tu deseo, tu desnudez.... en pocos minutos un tsunami comenzó a la altura de mis riñones y explotó en tu boca, inundándola de mi yo mas espeso y cálido y derramándose por la comisura de tus labios. A esas alturas ya estaba abrazándote y el monitor tan solo recogía la parte superior de mi cabeza




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