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Si el perezoso recepcionista nocturno del hotel hubiera estado atento en su puesto, habria podido disfrutar de las imágenes de la cámara numero 6, la que controla todo lo que ocurre dentro del ascensor del mismo número.
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Dormitando, habia saludado a la pareja que acababa de acceder a la rececpción tras descender de un taxi. No le llamó especialmente la atención nada su aspecto. Pero si hubiera sido algo mas atento, podria haber percibido que, lo que el canoso caballero llevaba en el bolsillo de su chaqueta a modo de pañuelo, en realidad no era un pañuelo negro... Mas bien, parecia una escasa porcion de encaje negro.
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El siguió como si nada el recorrido del hombre y la mujer hasta el ascensor y en ese punto regresó a su sopor. El hombre, en un gesto intrascedente, recogio la prenda negra de su bolsillo para aspirar de nuevo su aroma, mientras ella volvia a encaramarse a sus tacones para depositar un pequeño mordisco en su menton.
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En el monitor 6 podria haber visto nítidamente como él la sujetaba del pelo, estrechandola por la espalda contra la pared del ascensor. Tambien percibiría con claridad como, mientras lamia el cuello de la dama, su mano derecha dejaba al aire un rotundo culo blanco, momento en el que el recepcionsta habria podido caer en la cuenta de que la prenda negra que decoraba la chaqueta azul gabardina, solo podria ser el tanga que la rubia dama llevaba puesto minutos antes durante la cena.
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Un simple vistazo le hubiera valido ademas, para distinguir como el hombre azotaba en varias ocasiones, queizas 6 tambien, esas blancas nalgas con su mano derecha abierta, mientras la seguia sujetando del pelo, y como, tras el ultimo azote desabrochaba su pantalon para liberar una nada desdeñable erección, que segundos mas tarde, desapareció engullida por la rubia dama que ahora estaba agachada ante ella. El ascensor se detuvo, y el varón presióno en el teclado un nuevo destino mientras se afanaba por clavar toda su virilidad en la garganta de ella y un dedo empapado en su saliva, en el fondo de su culo.
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Con una minima atención, la cámara 6 habria mostrado como, tras hacer desaparecer media docena de veces (6?) todo su miembro entre los labios de ella, se abatia entre estertores. Era perceptible a traves de la cámara de vigilancia que de los labios sonrientes de ella se derramaban algunas gotas de su esencia que no tuvo el mayor reparo en recuperar con su dedo y disfrutarlas de nuevo en su boca. Tampoco le hubiera sido dificil adivinar que ella misma se habia abandondo instantes antes a un orgasmo proporcionado por las caricias de el, casi en el mismo instante que el ascensor se habia detenido y habria sus puertas de nuevo en alguna de las plantas y ambos, medio desnudos, desaparecian de la pantalla y el monitor 6 recuperaba la soledad nocturna habitual...
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Comentarios
azabache melena...sedosas canas
6...18
pañuelo en la chaqueta...coletero de encaje
gotas de rosa mosqueta...
buen finde
pero el vicio de ir parando por tramos... algunas sacudidas bien valen un orgasmo.
¿Once besos? Creo que alguno más...
II Encuentro de Poesía y Relato Erótico. Bases para el Encuentro
Adelante, genio del calentón, vamos a excitar al lector. Que cada entrada salpique. Ánimo, amigo.
Saludos
Eloradana