Fresas...




Atado en tu cocina.... 
Mi tobillos sujetos por bridas a 2 patas de tu mesa... mis muñecas con esposas por la espalda. No recuerdo cómo comenzó el juego; siempre hay un "a que no hay huevos" que termina mal para mi. 
Ya no importa el cómo; importa para qué.... y para quien.

Entras en la cocina arrojándome tu insolente mirada, tu rotunda desnudez , tu enigmática sonrisa... Abres tu frigorífico y observo buscar algo dentro. 

Te giras y regresas hacia mi con un tazón de fresas... 
Un beso en mi nuca y me susurras que disfrute.... y coges un taburete bajo la mesa y lo colocas frente a mi para sentarte... y mirarme. Hay un brillo que inunda tus ojos... conozco ese brillo y empiezo a ponerme nervioso.

- Las fresas pequeñas y maduras me apasionan.... pero nunca solas. 


El comentario lo acompañas tanteando mis testículos con medida parsimonia. Ladeas tu cabeza para mirarme y acercarte a ellos, despacio... aletargas todos tus movimientos... siento tus dedos apretarme.... siento tus labios abrirse... siento tu primer beso en el mismo instante que mi sexo se inflama hasta doler..

Queman tus caricias... siento cada una de ellas.... tus dedos recorriendo mis venas infladas.... tus labios calientes.... tu lengua recorriendo el tronco de mi deseo.... todo lento... desesperadamente lento... brutalmente lento. Intento liberarme para intervenir... para obligarte.... para hundirme en tu boca... lo necesito YA.... pero la zorra que llevas dentro y aparece en estos momentos no tiene precio.... y demuestras que aun eres capaz de postergar mas cada sensación: tu lengua, aun mas lenta, y tus labios se estrechan, se cierran... parece imposible abrirlos... atravesarlos.... y tus manos aun son capaces de apretar mas mis doloridas pelotas.... 

Gruño.... maldigo mi suerte... y juro atravesarte en cuanto pueda liberarme... y en ese mismo instante tus labios se abren.... y me hundo en tu garganta de un empellón.... y tus manos comienzan a acariciarme... y tu lengua baila alocada.... y en apenas unos segundos estoy apunto de estallar... de llenar toda tu boca de mi... y pierdo la noción del tiempo con el primer estertor.. mis pelotas, mis riñones.... todo mi cuerpo estalla y se derrama y busca inundarte...

Pero no.... sin dejar de mirarme, altiva y desafiante, me diriges al tazón de tus fresas... y continuas con las manos tu tarea, hasta que la ultima gota, tu ultima gota, impregna tus fresas.... y recuperando tu posición en el taburete, coges la fresa mas roja del tazon, y sin dejar de mirarme, te encargas de llenarla de mi... y cierras los ojos para llenar tu boca con ella....

Observar como te recreas con cada fresa... quema mi piel


- Recuperate cariño; en cuanto termine de comer la fruta... quizás te suelte. Pero solo quizás.


(ya saben, siempre 5 piezas de fruta al dia; cada uno que las acompañe como guste)

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