LLueve...


Llueve y hace frío..... el agua golpea cadenciosa el capó de mi coche. Espero con el motor apagado... el frío se cobija en mis cristales formando vaho... 

En estos gélidos días, la temperatura se adueña del ánimo enfriándolo hasta doler. Sin embargo, yo disfruto y me embarga el deseo (cómo si alguna vez me abandonara contigo). Disfruto los días de lluvia y cristales empañados en Madrid. Disfruto al pedirte el tanga nada mas entrar en mi coche; disfruto al besarte en plena calle; al sentir tus labios temblar, al percibir tus muslos abrirse a mis caricias... 

Respiramos a borbotones y a borbotones nos besamos y el calor de nuestros cuerpos se pega en los cristales y ciegan nuestro deseo y mis dedos se queman al acariciarte, y los tuyos buscan nerviosos el inicio de mi cremallera...

Hay un coche con los cristales embarrados de sueños y deseos aparcado en tu plaza. La gente pasa distraída a su lado. Si pudieran asomarse, descubrirían como te susurro al oído cuanto te deseo, cuanto deseo tus besos allí donde ahora me acarician tus dedos, cuanto deseo tu piel, tus labios, tu lengua, tu garganta, tus gemidos, tu sed...

Llueve. llueve en la calle y llueve ahora sobre tu cara. Mi deseo se derrama a borbotones sobre ti y quema, pero no es suficiente. Y un coche, empapado de lluvia por dentro y por fuera, se dirige raudo a un aparcamiento cercano, de innumerables plantas y en la mas recondita de las plazas, la mas oscura y estrecha, abrigados tan solo por unos cristales empañados, mi deseo te desnuda, te gira sobre el asiento de atrás y conquista tus entrañas de un solo empellón… y las vuelve a conquistar una, cinco… diez… abriendo tu sexo empapado.... doce… trece.... al fondo.... sin piedad, sin prisa, sin pausa, mientras mi voz susurra en tu oído palabras infinitas y tu gritas palabras inconexas cuando te inundo de nuevo. 

Llueve.... y tus muslos se empapan.... y tus dedos recogen mis gotas para llevarlas a tu boca..... y de nuevo, me embarga el deseo....

Aun hay tiempo. ¿Llueve? No lo se. A quien le importa. El tiempo no existe cuando tus labios, ambos, sonríen.



Comentarios

Shang Yue ha dicho que…
entré en un bucle al recordar ese parquing, y tus manos al abrirme
Anónimo ha dicho que…
☆Sublime

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