pantis....

- Solo con pantis.... por favor... no, no te los quites... descalza tampoco... así.... de pie

Y asi, de pie... subida a tus tacones. De rodillas, cerrando los ojos me sujeté a tus tobillos, y aspiré el olor de la lycra sobre tu piel, y cerrando los ojos imaginé el olor que te impregnaba mas arriba... Pero de momento solo mis manos ascenderían, gruesas y fuertes, marcando con los dedos la longitud de tus gemelos, hincándolos traviesamente...

Y asi de pie... empezaste a respirar sonoramente mientras mis dedos dibujaban tus rodillas. Y continuaste quieta cuando mis manos accedieron, ambas a tus generosos biceps, y a traves de ellos a tus rotundos gluteos. Estaba de frente a ti... y mi cabeza se hallaba a la altura idónea para el mejor de los juegos.... y entonces mis besos, lentos, comenzaron a empapar la lycra que protegía tu sexo, húmedo y lascivo....

Un pequeño triangulo de vello señalaba el centro del universo... allí donde yo depositaba lujurioso mi lengua atenuada por el tejido que se interponía entre ambos. A ti, te llegaban atenuadas todas las sensaciones que esperabas...

- Eres el mismo cabron de siempre... por qué nunca haras las cosas normales....

Solo sonreí.... en el mismo instante que descerrajé un hondo lenguetazo a tu coño cautivo. Con tus manos en mi cabeza estrechaste mis labios contra ti en un vano intento de incrementar la placentera sensacion que sentias.... pero en vano... la lycra impedía mayor placer, impedía sentir toda la humedad de mis labios... todo el calor de mi boca... y sin embargo... allí estaba alocada toda mi lengua y tras el minusculo panti... todo tu clitoris henchido y desesperado

- cabrón.... cabrón.... mil veces cabrón

Desesperada te agitabas contra mi rostro.... intentabas en vano dominar las sensaciones... pero no... el tiempo lejos de agotarte encrespaba aun mas tu deseo... los largos minutos de caricias te sumían en un vaiven de sensaciones.... en una montaña rusa al borde del abismo..

- Cabronnnnnnnnnnnnn

Gritaste como una posesa y enloquecida las convulsiones comenzaron a desatarse en tu estómago y fueron in crescendo..... y fueron derramandose entre tus piernas.... y fueron empapando tus pantis y mis rostro....

- Ahora si.... los siguientes te los mereces sin nada...

Y tus pantis descendieron al suelo... y mi lengua consiguió con tan solo posarse sobre él.... allá donde mas te gusta... donde nacen tus labios y se yergue tu clitoris... un segundo y un tercero.....

y un cuarto....

Ya saben mis queridos lecto@s: la paciencia... es siempre la madre de la ciencia.