Azotes...
Clavé de nuevo mis uñas en su espalda, dibujando imaginarios caminos descendentes… despacio pero con firmeza… al finalizar la espalda, rompí un nuevo y sonoro azote en tus rotundos glúteos…
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Gemiste... Al principio temí herir tu hosco carácter dominante… pero muy al contrario de mis previsiones (o quizás no) te entregaste, sumisa y húmeda, a mi.
Gemiste... Al principio temí herir tu hosco carácter dominante… pero muy al contrario de mis previsiones (o quizás no) te entregaste, sumisa y húmeda, a mi.
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Cuando nuevamente adivinaste mis uñas en tus hombros, sentí como instintivamente, en un gesto defensivo, tus caderas se agitaron, ladeándose, como defendiendo tu culo de mi castigo… pero a medida que mis dedos descendían de nuevo por tu espalda, a cada centímetro, podía percibir como te distendías, como, de pie junto a la pared donde te ordené desnudarte, agachabas la cabeza, cerrabas los ojos y tus muslos se separaban…
Cuando nuevamente adivinaste mis uñas en tus hombros, sentí como instintivamente, en un gesto defensivo, tus caderas se agitaron, ladeándose, como defendiendo tu culo de mi castigo… pero a medida que mis dedos descendían de nuevo por tu espalda, a cada centímetro, podía percibir como te distendías, como, de pie junto a la pared donde te ordené desnudarte, agachabas la cabeza, cerrabas los ojos y tus muslos se separaban…
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El tercer, el cuarto y el quinto azote los descargué mientras te mordías el antebrazo en un vano intento de acallar tus gemidos. Me agaché tras de ti…. Tu sexo empapado olía a perra en celo y destilaba una brillante humedad que lo desbordaba hacia el interior de tus muslos. Comencé a lamértelo con lujuria mientras mantenías tus dientes clavados en tu brazo…
El tercer, el cuarto y el quinto azote los descargué mientras te mordías el antebrazo en un vano intento de acallar tus gemidos. Me agaché tras de ti…. Tu sexo empapado olía a perra en celo y destilaba una brillante humedad que lo desbordaba hacia el interior de tus muslos. Comencé a lamértelo con lujuria mientras mantenías tus dientes clavados en tu brazo…
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Tu placer inundó pronto mi rostro y sin darte respiro me situé de nuevo a tu espalda, tras de ti… ahora, completamente desnudo… completamente excitado…
Tu placer inundó pronto mi rostro y sin darte respiro me situé de nuevo a tu espalda, tras de ti… ahora, completamente desnudo… completamente excitado…
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Lujurioso, húmedo y travieso te susurré: cógela y mastúrbate con ella…. imprégnala de ti y solo cuando lo hagas, cuando te corras sobre ella…. te follaré
Comentarios
es uno de tus mejores relatos
me encanta ese final generoso y como te pones desnudo excitado paraque te note así y se vuelve completamente loca...
Lo confieso si!! me gustan los azotes, aysssssh me ponen oh si!!
Que bien lo cuentas.
Besazo...azotame
miles besos
cAthie
yo también me muerdo con fruición, a cada envestida de su lengua, su látigo o su verga,... me da lo mismo
el placer es el dueño