Taxi...

Compartía su mirada a través del retrovisor del taxi, con la nostalgia porteña de quién sabe qué antiguo amor. Atascados por la lluvia y los coches, rodeados de Gardel y la añoranza de Ruben, taxista por la gracia de un infausto corralito.

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"...Por una cabeza,todas las locuras. Su boca que besa,.."

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Frio y tembloroso desciendo mi mano y elevo mi rostro hacia el tuyo en busca de tu aprobacion, sellada por un beso. La humedad empaña los cristales en la misma media que mi deseo se empañan de ti, y mis dedos perciben... el encaje de tus medias...

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"...Por una cabeza, si ella me olvida qué importa perderme mil veces la vida,..."

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Con los ojos cerrados, navego por la delicada piel de tus muslos... cálidos, ocultos, blancos, suaves.... hasta que el nuevo encaje de tu intimidad marca la frontera de lo prohibido. Ruben el taxista porteño sonrie y en su imaginación añora no solo la humedad del mar del plata...

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"...Pero si un mirarme hiere al pasar,sus labios de fuego otra vez quiero besar..."

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Deseo tus labios. Mis labios acarician los labios de tu rostro y mis dedos, sobre el encaje que imagino negro dibujan tus otros labios. Gardel y Ruben sufren por una mujer. Yo añoro tu intimidad sin saber, como canta Sabina, que no hay "nostalgia peor que añorar lo que nunca se tuvo"... pero esto último, si lo deseas, puede tener remedio.