arena calida...

Es una gran responsabilidad, pero no puedo fallarte....

Retirar una a una... cada perla de sílice que se ha prendado de tu piel (eso que los demas llaman arena, pero que estando junto a ti, es imposible que sea tan simple)

Primero comenzaré por el pelo: con mis dedos retirare cada una de ellas... las desprenderé de todos y cada uno de tus cabellos (te hiciste la tira?? lastima)

Luego mis dedos indagaran cada uno de tus poros en busca de ellas, comenzaran en tu espalda... se deslizaran hacia tus caderas... surcaran tus nalgas... descenderan por tus muslos hasta tus tobillos... se izaran de nuevo hacia la estrecha intimidad entre tus piernas... rodearan tu ombligo suavemente... exploraran toda la redondez de tus senos.... varias veces... y luego con delizadeza escrutaran tus labios, tus parpados.... tus cejas...

Ahora viene lo mas delicado: aun despues de tan exhaustivo recorrido, es de todos conocidos que aun deben quedar, en los lugares mas delicados, pequeñas muestras de las dichosa arena... muy escondidas. Es preciso localizarlas, rodearlas y devolverlas a la playa.... Pero para ello mis dedos son torpes y asperos..... me permitiras usar mis labios y mi lengua?

Me permitiras que recorra la aureola de tus senos? y que mis dientes en tus pezones los encabriten para asi mejor hacer mi tarea??

Me permitiras que discurra con mi ávida lengua el valle entre tus nalgas?

Me permitiras que, con suavidad pero con firmeza, mi lengua recorra tus otros labios?

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